El nuevo papel asignado a la inspección aspira a favorecer la transición desde un modelo burocrático y poco flexible hacia un modelo centrado en la toma de decisiones, el asesoramiento, la formación y el acompañamiento a las comunidades educativas.
Vinculada con dicha recomendación, los expertos se refieren en los últimos años a las competencias profesionales que debe tener un inspector/a de Educación, entre las que destacan una permanente formación pedagógica y en investigación escolar; un conocimiento de la legislación, así como de los instrumentos, técnicas y procedimientos de trabajo; una capacidad de comunicación; una actitud positiva y de apertura hacia los miembros de la comunidad educativa y unos valores personales representados por la prudencia, la imparcialidad, la honestidad, la responsabilidad y el respeto hacia todas las personas.
Como contemplaba el preámbulo del Real Decreto de 30 de marzo de 1849, de creación del Cuerpo de Inspectores de Educación, “(…) sin ellos, la administración nada ve, nada sabe, nada puede remediar (…). La creación de los inspectores que han pedido la mayor parte de las provincias, dará vida a la instrucción primaria y será uno de los medios que más contribuyan a mejorar la educación del pueblo”.
Esperamos sinceramente poder contribuir a la mejora en la calidad del sistema educativo español, favoreciendo el ingreso de inspectores/as con este perfil. Esperamos sinceramente, poder ayudarte.